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martes, 16 de marzo de 2010

LA BELLEZA QUE CUENTA.


Las mujeres más hermosas del mundo no son las que desfilan en trajes de baño y trajes de noche delante de jueces y cámaras de TV. Las verdaderas ganadoras son las mujeres que tienen el brillo interno de la gracia y la compasión.
No hay belleza física que pueda igualarse a la dignidiad espiritual o el atractivo de una mujer de Dios madura.

Ese tipo de mujer es una persona serena porque su confianza y seguridad están en el Señor. Es una persona de dignidad porque su valor y significación se encuentran en Dios. Refleja una belleza interna que hace más que llamar la atención. Siempre está tratando de ayudar a alguien o a una amiga en un problema pequeño, demuestra el amor de Dios.
La fortaleza de carácter de una mujer se halla en la persona y el ejemplo de Cristo. En 1a. de Pedro 3:3-4 dice: " Vuesto atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro, o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima, delante de Dios" Nuestro Señor demostró delante toda su vida una fortaleza de carácter sin paralelo. Su gentileza no estaba arraigada en una agresividad pasiva, sino en la fortaleza de su relación con el Padre. Es esa misma fortaleza de espíritu que El puede producir ahora en cualquier mujer que halla su seguridad y ejemplo en El.

No hay mujer más hermosa que aquella que se vista del Señor Jesucristo. Se caracteriza por su tierna bondad, humildad, paciencia, perdón, amor, paz, gozo y gratitud.

La fortaleza de carácter de una mujer se halla en una fórmula antigua. Una mujer que desee ser fuerte y hermosa no pone su confianza en joyas costosas, ropas finas, ni cosméticos. Esto no signifique que no los use. La mujer piadosa pone su confianza en la afabilidad, fortaleza e integridad que vienen de su relación con Cristo.

La fortaleza de carácter de una mujer se perfecciona en la debilidad. En ese sentido, la fortaleza de una mujer es como la de un hombre. Al referirse a la fortaleza que viene del Espíritu de Dios, la palabra de Dios nos dice en 2a. Corintios 4:7 " Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros".







2 comentarios:

bo dijo...

Que hermosa entrada me ha encantado, esta divino lo que publicas, y es muy cierto lo que dices de nosotras las maravillosas mujeres.
Gracias por pasar a mi blog, tambien visitare el de tu hija. Saludos

Sandra Veneziani dijo...

Hola! vim,agradecer sua visita e te ofereço o selo sou sua seguidora-selo 3 fica ao lado esquerdo do meu blog
abraços
san