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viernes, 26 de febrero de 2010

UN PROVERBIO AL DIA.


 ¿Es hora de renovar tu tiempo devocional?

Independiente de cuál sea tu patrón diario para pasar tiempo con Dios, es bueno de vez en cuando revisarlo y ver si valdría la pena hacer otra cosa.

Prueba un proverbio al día. El libro de Proverbios tiene 31 capítulos suficiente para leer una vez al día durante todo el mes. Y cada capítulo es lo suficientemente corto como para quitarte demasiado tiempo.Puedes leer cada capítulo, léelo despacio, luego vuelve al principio y lee de nuevo y escribe lo que hayas aprendido de la lectura. Te podrás preguntar? Y porqué los proverbios? Sencillamente por esto, necesitamos de mucha sabiduría si tratamos de vivir para Dios en un mundo que no lo toma mucho en cuenta. El Libro de Proverbios te dará la oportunidad de extraer enseñanzas de un mar de sabiduría. Dios te bendiga.
Un hombre de más de treinta años de casado con su novia de la infancia dijo: “Todavía me gusta tomar la mano de mi esposa”. A continuación, sin embargo, admitió que la motivación era distinta a cuando era una adolescente.
-”Cuando éramos jóvenes”, reflexionó, “sentía una descarga eléctrica cuando tocaba su mano. Ahora mi vida parece cargada de demasiada electricidad y siento paz cuando tomo su mano”.
El tomarse de las manos puede significar mucho más que “Te amo”. A veces puede significar: “Te necesito”, “Me importas” o solo “Aquí estoy”.
Las raíces del amor se ramifican y entrelazan con el tiempo. Entran en juego muchas fuentes de amor e intimidad. Algunas veces se arraigan en la compasión, otras en un sentido de hacer lo que es recto. A veces crecen de dar ayuda, otras de recibir ayuda.
Mire de una forma diferente a su cónyuge hoy. Busque algo nuevo que apreciar: ¡Es muy posible que descubra que se vuelve a enamorar!
Un matrimonio de éxito requiere enamorarse, muchas veces, siempre de la misma persona.



Oseas 2:19

Yo te haré mi esposa para siempre, y te daré como dote el derecho y la justicia, el amor y la compasión.

Fuente : Renuevo de Plenitud.

jueves, 25 de febrero de 2010

martes, 23 de febrero de 2010

EN MANOS DEL ALFARERO.

"Como el barro en las manos del alfarero, así eres tú en mis manos"   (Jr.18:6)

He aquí que Dios nos lleva a tiempos de triunfo en los que se manifiesta como el Dios Todopoderoso, tiempos como el de David cuando venció a Goliat, pero también nos lleva a tiempos difíciles de profunda tribulación, de quebranto, de enfermedad,  porque quiere moldearnos.  De la misma forma que el alfarero trabaja el barro, así también Dios trabaja nuestro carácter a través del sufrimiento, pero no debemos olvidar que en medio de las dificultades Él nos da FE. No olvidemos que los tiempos difíciles son tiempos de enseñanza, y el apóstol Pablo nos exhorta a gozarnos en medio de las dificultades porque es ahí en donde nuestra FE crece, con el dolor y con la victoria.

El alfarero era un artesano que elaboraba utensilios de barro, algunos eran para uso en las casas y mientras que otros se usaban en el templo. La vasija representa la obra de Dios en nosotros. Somos vasijas frágiles en las manos de Dios. Según Romanos 9:20-24 Existen 4 tipos de vasos según su uso: VASOS PARA DESHONRA  y VASOS PARA HONRA;  VASOS DE IRA preparados para destrucción y VASOS DE MISERICORDIA creados para hacer notorias las riquezas de la gloria de Dios. Él quiere que seamos vasos de honra, vasos de misericordia, vasos escogidos por Dios y vasos limpios por la sangre del Cordero.
 
Como cristianos que somos y a medida que avanza el tiempo y somos moldeados por el Señor, sabemos que llegarán momentos en que el obrar de Dios podrá hacernos pasar por situaciones en que sentiremos la sequía como parte del proceso. Situaciones en las que tendremos la sensación de que nos estamos desintegrando en las manos del Señor, que nos estamos secando.  Pero el resultado de este proceso  peregrinando en la FE del evangelio es sentir que el corazón se inunda de ríos de agua viva y de la presencia revitalizadora del Espíritu de Dios que nos capacita para testificar después de la prueba que Jesucristo es el Señor en medio de cualquier circunstancia por la que atravezamos. Por eso, somos nosotros los que tenemos que rendirnos en sus manos, rendirnos a su voluntad., así como nuestra voluntad juega un papel vital en lo que pueda hacer Dios con nosotros.
 
Como barro en las manos del alfarero tenemos que pagar un precio. Ese precio requiere de tiempo. Precio que debemos pagar todos y cada uno de los que valoramos nuestra relación con Dios. Los adoradores saben esto, y permiten que Dios los moldee, sabiendo que disfrutarán de la bendición divina.

 Finalmente, Dios quiere que seamos vasos limpios, lavados por la Sangre del Cordero, vasos que han sido vaciados de todo aquello que impide que le sirvamos, vasos que han pasado por un proceso de lijado que nos libere de toda impureza, vasos purificados, vasos restaurados para usos de honra.

lunes, 22 de febrero de 2010

LA RELIGION MATA, JESUS DA VIDA


RELIGIÓN MATA, JESÚS DA VIDA::.




¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Hacia dónde voy?

 Me empecé a preguntar si el prestigio era la respuesta. Pensé que lo lograría siendo un líder, aceptando alguna causa, entregándome a ella, y siendo popular. En la universidad a la que asistí, los líderes estudiantiles controlaban el dinero y disponían de él. Así que postulé para ser presidente estudiantil de los nuevos ingresos, y fui elegido. Fue fantástico que todos me conocieran, el poder tomar decisiones, y gastar el dinero de la universidad en conferencistas que yo elegía. Eso fue genial, pero se esfumó como todo lo demás que había probado antes. Me levantaba el lunes por la mañana (casi siempre con dolor de cabeza como consecuencia de la noche anterior), y mi actitud era: "bueno, aquí vienen otros cinco días." Sobrevivía de lunes a viernes. La felicidad giraba en torno a tres noches de la semana: viernes, sábado y domingo. Entonces comenzaba de nuevo el círculo vicioso.
 Durante este tiempo noté que había un pequeño grupo de personas--ocho estudiantes y dos maestros. Me di cuenta que había algo diferente en sus vidas. Ellos parecían saber porque creían lo que creían y hacia donde iban. Estas personas a las cuales comencé a observar, no sólo hablaban acerca del amor, sino que se involucraban. Parecían estar por encima de las circunstancias de la vida universitaria. Mientras todos los demás parecían estar cargados de cosas, ellos parecían tener un estado de contentamiento y de paz que no dependía de las circunstancias. Además, parecían poseer una fuente de gozo interna y constante, eran repulsivamente felices. Ellos tenían algo que yo no tenía.
 Como cualquier otro estudiante, cuando alguien tenía algo que yo no tenía, yo lo quería. Entonces decidí hacerme amigo de esta gente que me intrigaba. Dos semanas después de haber tomado esta decisión, estábamos todos sentados alrededor de una mesa en el centro estudiantil, seis estudiantes y un miembro de la facultad. La conversación se empezó a centrar en el tema de Dios.
 Esto me estaba molestando, de modo que finalmente miré a uno de los estudiantes, una muchacha muy bonita (yo solía pensar que todas las cristianas eran feas), y me recosté sobre la silla (no quería que los otros pensaran que estaba interesado), y le dije: "dime, ¿qué cambió sus vidas? ¿por qué la vida de ustedes es tan diferente a la de los demás en la universidad?"
 Esa joven debe haber tenido una gran convicción. Me miró directamente a los ojos y dijo dos palabras que nunca pensé que oiría como parte de una solución en la universidad. Ella dijo: "Cristo Jesús."

 "¡Ah! Por Dios," le dije, "no me vengas con esa basura. Estoy harto de la iglesia. Estoy harto de la Biblia. No me vengas con esa basura de la religión."
Espera, me contesto como un disparo, no dije religión, dije Jesucristo. Ella apuntó a algo que yo nunca antes había sabido: el cristianismo no es una religión. La religión es el esfuerzo humano para abrirse camino hacia Dios mediante las buenas obras. El cristianismo es Dios buscando a los hombres y mujeres a través de Jesucristo ofreciéndoles una relación con El mismo.
 Al considerar el cristianismo, mis nuevos amigos me desafiaron intelectualmente a que examinara la vida de Jesús. Descubrí que Buda, Mahoma, y Confucio nunca dijeron ser Dios, pero Jesús si lo hizo. Mis amigos me pidieron que examinara la evidencia acerca de la deidad de Jesús. Ellos estaban convencidos de que Jesús era Dios en forma humana, quien murió en la cruz por los pecados de la humanidad, que fue enterrado, que resucitó al tercer día y que podía cambiar la vida de una persona el día de hoy.
 Pero estas personas me desafiaron una y otra vez. Finalmente, acepté su desafío. Lo hice por orgullo para refutarles, pensando que no habían pruebas o evidencias que una persona pudiera evaluar.
 Descubrí que llegar a ser un cristiano era destrozar el orgullo. Jesucristo desafió directamente mi voluntad a que confiara en él. Déjenme parafrasear lo que él me dijo. "¡Mira! He estado de pie frente a la puerta y estoy constantemente llamando. Si alguno me oye llamar y abre la puerta, yo entraré" (Apocalipsis 3:2). No me importaba que Jesucristo hubiera caminado en agua o que hubiera convertido el agua en vino, no quería un aguafiestas como él cerca de mí. No podía pensar en otra manera más rápida de arruinar los buenos momentos. Así que mi mente estaba diciéndome que el cristianismo era verdadero pero mi voluntad estaba huyendo.
 Cada vez que estaba cerca de aquellos entusiastas cristianos, el conflicto empezaba. Si has estado cerca de personas que están felices, mientras que tú te sientes miserable, entiendes como pueden fastidiarte. Ellos se sentían tan felices, y yo tan desdichado, que literalmente me levanté y salí del centro estudiantil. Llegué al extremo en que me acostaba a las diez de la noche, y no lograba conciliar el sueño hasta las cuatro de la mañana. ¡Yo sabía que tenía que sacar eso de mi mente antes que enloqueciera! Finalmente mi cabeza y mi corazón se conectaron el 19 de diciembre de 1959 a las 8:30 p.m., mientras cursaba mi segundo año en la universidad--llegué a ser cristiano. Aquella noche oré cuatro cosas para establecer una relación con Jesucristo, las cuales han transformado mi vida. Primero, dije: "Señor Jesús, gracias por morir en la cruz por mí". Segundo, dije: "confieso aquellas cosas en mi vida que no te agradan y te pido que me perdones y que me limpies". Tercero, dije: "ahora mismo, de la mejor forma que conozco, te abro la puerta de mi corazón y de mi vida y pongo mi confianza en ti como mi Salvador y Señor. Toma el control de mi vida. Cámbiame de adentro hacia fuera. Hazme la persona que tú quieres que sea". La última cosa que oré fue: "gracias por entrar en mi vida por medio de la fe". Esta era una fe que no estaba basada en la ignorancia, sino que en la evidencia de la historia y en la Palabra de Dios.
 Estoy seguro que has escuchado de varias personas religiosas hablando acerca de sus experiencias de conversión con "rayos y relámpagos". La verdad es que después de orar, nada sucedió. Absolutamente nada. Ni siquiera me salieron alas. En realidad, después de haber tomado esa decisión, me sentí peor. Literalmente sentía que iba a vomitar ¡Oh no! yo pensé ¿en qué te metiste ahora? Realmente sentí que me había vuelto loco (¡estoy seguro que algunas personas piensan que si lo hice!).
 Sin embargo en el periodo de seis meses a un año y medio, descubrí que en realidad no había perdido la razón. Mi vida había cambiado. Una vez estuve en un debate con el director del departamento de historia de la Universidad del Medio-oeste y le dije que mi vida había sido cambiada. El me interrumpió con lo siguiente: "McDowell ¿me estás tratando de decir que Dios ha cambiado tu vida en pleno siglo veinte? ¿qué áreas?" Después de 45 minutos él dijo: "OK, es suficiente".
 Pero odiaba a un hombre más que a cualquier otro en este mundo: mi padre. Lo odiaba por completo. Para mí él era el alcohólico del pueblo. Todos conocían a mi papá como un borracho. Mis amigos hacían chistes acerca de él tambaleándose por el centro del pueblo. Ellos no pensaban que a mí me molestaba. Yo igual que los demás, me reía por fuera. Sin embargo, déjame contarte, yo estaba llorando por dentro. Habían veces en que iba al granero y veía como mi mamá era golpeada hasta que no se podía levantar, tirada en el excremento detrás de las vacas. Cuando nuestros amigos nos visitaban, yo sacaba a mi papá al granero y lo ataba, y estacionaba el carro detrás del silo. Luego les decíamos a nuestros amigos que él había salido. No creo que alguien hubiera odiado más a otra persona que yo a mi padre.
 Después de tomar la decisión por Cristo, él entró en mi vida y su amor era tan fuere que se llevó el odio y le dio vuelta. Yo fui capaz de mirar a mi padre directo a los ojos y decirle: "Papá, te amo". Se lo dije con sinceridad. Después de algunas cosas que yo había hecho, esto lo conmovió.
 Cuando me transferí a una universidad privada, tuve un accidente automovilístico muy grave. Fui llevado a casa con un aparato de tracción en el cuello. Nunca olvidaré el momento en que mi padre entró en mi habitación y me preguntó, "Hijo ¿como puedes amar a un padre como yo?" Yo le dije, "Papá, yo le permití a Cristo entrar en mi vida. No puedo explicarlo completamente, pero como resultado de esta relación he encontrado la capacidad de amar y de aceptar no solamente a ti, sino también a otra gente tal y como es"
 Cuarenta y cinco minutos después experimenté una de las más grandes emociones de mi vida. Alguien de mi propia familia, alguien que me conocía tan bien y a quien no podía engañar, me dijo: "Hijo, si Dios puede hacer en mi vida lo que yo he visto que él ha hecho en la tuya, entonces yo quiero darle la oportunidad". Allí mismo mi padre oró conmigo para poner su confianza en Cristo y para el perdón de sus pecados. Nunca he visto un cambio tan rápido como este. Mi padre sólo tocó el whisky una vez después de esto. Lo llevó cerca de sus labios y eso fue todo. He llegado a una conclusión: una relación con Jesucristo cambia las vidas.

 Quizás la oración que yo hice puede ayudarte: "Señor Jesús, te necesito. Gracias por morir en la cruz por mí. Perdóname y límpiame. Ahora mismo pongo mi confianza en ti como mi Señor y Salvador. Hazme la clase de persona que tú quieres que sea. En el nombre de Cristo. Amén".
 por Josh McDowell . Espero te hubierá gustado este hermoso testimonio. Dios guarde y bendiga esta semana poderosamente en tu vida.
 "Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre(1 Timoteo 2:5)"

miércoles, 17 de febrero de 2010

LA BIBLIA DICE: "Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". Romanos 10: 9 y dice "Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo" Romanos 10:13 y dice también " Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dió potestad de ser hechos HIJOS DE DIOS" Juan 1:12.

Esta preciosa palabra nos afirma que al nosotros haber aceptado a Jesucristo en nuestros corazones, arrepintiendo de todos nuestros pecados y lo confesamos como nuestro Señor y Salvador, somos salvos y llegamos a ser HIJOS DE DIOS, asi como todos los creyentes que han nacido de nuevo.

Pero podemos darnos cuenta que muchas veces no vivimos como hijos de Dios que somos, el sistema del mundo en el cual fuimos educados dice que no somos nada, así que debemos competir, maquinar, alcanzar y salir adelante, luchando con un sentir pobre de nuestro valor propio; pero Dios ya nos dió un valor que somos aceptados y que estamos seguros en Cristo. La Biblia nos dice lo que somos en Cristo:

Mateo 5:13 ..................Soy la sal de la tierra
Mateo 5:14 ...................Soy la luz del mundo
Juan 1:12  .....................Soy hijo de Dios
Juan 15: 1-5 .................Soy parte de la vid verdadera, y un canal de la vida de Cristo.
Juan 15:16 ...................Soy elegido por Cristo para llevar su fruto
Hechos 1:8 ..................Soy testigo personal de Cristo
1a.Corintios 3:16 .........Soy templo y morada de Dios
1a.Corintios12:27.........Soy miembro del cuerpo de Cristo
2a.Corintios 5:17-18.....Soy ministro de reconciliación para Dios
2a.Corintios 6:1 ........... Soy colaborador de Dios
Efesios 1:1 .................. Soy un santo
Efesios 2:6 ...................He sido resucitado y sentado con Cristo en el cielo
Efesios 2:10..................Soy hechura de Dios
Filipenses 3:20............. Soy ciudadano del cielo
Juan 15:15................... Soy amigo de Cristo
Romanos 5:1............... .He sido justificado
1a.Corintios 6:17...........Estoy unido con el Señor y soy un espíritu con El
1a.Corintios 6:20...........He sido comprado por un precio; pertenezco a Dios
Efesios 1:5.....................He sido adoptado como hijo de Dios
Efesios 2:18 ..................Tengo acceso directo hacia Dios por medio del Espíritu
Colosenses 1:14.............He sido redimido y perdonado de todos mis pecados.
Romanos 8:28 ...............Estoy seguro que todas las cosas me ayudan a bien
Romanos 8:35............... No puedo ser separado del amor de Dios
Romanos 8:1................. Estoy libre de la acusaciones de condenación
2a.Corintios 1:21........... He sido establecido, ungido y sellado por Dios
Efesios 1:13-14 ............ He recibido el Espíritu Santo como una promesa,
                                       una garantía de mi herencia venidera.
Colosenses 1:13.............He sido rescatado del dominio de Satanás y
                                      cambiado al reino de Cristo.
Colosenses 3:3...............Estoy escondido con  Cristo en Dios
Filipenses 1:6................ Estoy persuadido que la buena obra que Dios ha empezado
                                      en mi, la perfeccionará.
Filipenses 4:13.............. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
2a.Timoteo 1:7.............  No he recibido espíritu de cobardía, sino de poder,
                                      amor y dominio propio.
Hebreos 4:16................ Puedo encontrar misericordia y gracia en tiempos de necesidad.
1a.Juan 5:1,18................He sido engendrado por Dios, y el maligno no me puede tocar.

Es un gran privilegio que Dios nos dá el llegar a ser hijos de El.    Porque solo un hijo liberado por Dios, cuya identidad está firmemente establecida en Cristo, da con gozo Gloria a Dios y se esfuerza por establecer su Reino.
Veamos desde la perspetiva de Diosy sepamos quiénes somos en Cristo, para poder servirle a nuestro amoroso Padre Celestial
                    

jueves, 11 de febrero de 2010

PARA DIOS TODO ES POSIBLE

 El caminar en el evangelio no es nada fácil, ya que cuando se llega por primera vez a la iglesia uno se da cuenta que hay un largo camino que emprender, especialmente cuando uno ya es de edad avanzada como en mi caso, –llegué a los 54 años– pero me di cuenta que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo es infinita y él ya tiene estipulado un plan para cada uno de nosotros, en otras palabras él ya sabe cuando nos acercaremos a él, sólo es cuestión de saber cuándo es ese momento y Dios quiera que hoy sea el suyo, para que como yo tenga la oportunidad de reencontrarse con usted mismo, y poder darle a su familia la paz y tranquilidad que sólo el Señor Jesús puede ofrecernos. En 2 de Pedro 3:9 se lee claramente:
 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
 Fueron muchas las ocasiones en que fui abordado por evangelistas desde que era joven, pero haciendo mal uso del libre albedrío que Dios nos da, nunca quise obedecer a la palabra, el Señor Jesús nos da donde escoger, nos pone dos puertas en nuestra vida, la ancha donde caben todos los del mundo y la angosta, donde solo los escogidos y los que hemos tenido la preciosa oportunidad de ser adoptados como hijos de Dios podemos entrar, pero es necesario que aceptemos Jesucristo como nuestro único salvador, es necesario volver a nacer por medio del bautismo, para dejar todas esas inmundicias que traemos en nuestra espalda y que son las que no nos dejan ver hacia arriba, hacia la montaña, hacia Jesucristo. Leamos lo que dice Juan 3:4-5
 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.


 Solamente en Cristo podemos confiar, más no en el hombre, porque la mentalidad del hombre es efímera y cambiante, nunca es estable, la mentalidad humana se basa en lo material y no en lo espiritual, nosotros cuando nos entregamos a Cristo el nos cambia esa mentalidad, y es por eso que empezamos a ver la vida de diferente manera, empezamos a ver a nuestros hijos y nos empezamos a interesar en su bienestar dentro y fuera del hogar, la relación con nuestra esposa da un vuelco de 180 grados y sin saber empezamos a descubrir que lo que Dios nos dio para que la cuidásemos vale más que la joya más preciosa del mundo. Lo mismo ocurre en el trabajo, todas las mentiritas que dábamos para ausentarnos o llegar tarde se acaban, el espíritu empieza a trabajar el alma y ésta se regocija de que ya no tiene que estar peleando con la carne, y el hombre empieza a ser responsable y a trabajar con más brillo y energía, ya que no tiene más preocupaciones como las de antes para tratar de cubrir todas las faltas o mentiras a las que recurría antes de convertirse a Cristo y su familia empieza a recibir las bendiciones que habían sido detenidas por nuestro Señor Jesús cuando nosotros le dábamos la espalda por los afanes del mundo. Pero nunca es tarde para reconocer nuestras faltas y pedirle perdón al Señor Jesús es lo más confiable que podemos hacer, muchos de nosotros hemos rebotado tanto en el mundo que creemos que ya no tenemos la oportunidad de ser perdonados, pero veamos le que dice la Palabra en 2 de Crónicas 7:14.
 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

 Esa es la misericordia de Dios, El no es rencoroso como el hombre, el perdona todo, el lo puede todo, lo que para el hombre es imposible, para Dios no lo es. En otras palabras ya no hay excusa de que no sabía o de que nadie le habló del evangelio, ahorita mismo usted está siendo tocado por el poder del Espíritu Santo para que abra su mente y medite sobre lo que significa para usted el levantarse todas las mañanas y mirar a su alrededor y respirar, sentir la brisa, sentir el sol, apreciar la luna, poder abrazar a sus seres queridos, salir al campo, a la ciudad; saludar a su vecino, sentirse que ya es útil y no inútil como nos decían antes, en fin, en Cristo descubrimos la verdadera libertad, recibimos el verdadero perdón por nuestros pecados, el único que rompe las cadenas del vicio y limpia nuestra alma y nuestra mente de todo mal pensamiento los cuales son reemplazados según vallamos escudriñando la Palabra que es el camino, la verdad y la vida. Dios los bendiga grandemente y recuerde que hoy es el día para empezar a recibir todas las bendiciones de parte de Dios.

 Por: Ricardo Escobar

HOY....VIVIRE PARA EL DIOS QUE NO CAMBIA.

“Porque yo, el Señor no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos” Malaquías 3:6.
Muchas cosas cambian cada día. No todo el igual. Cambia el clima, cambian los amigos, cambia la familia, cambian las esperanzas y los sentimientos. Lo que ayer parecía duradero, hoy ya parece débil. Cambian los sistemas y cambian los gobiernos.
Cuando veo todos esos cambios y veo cambios en mi mismo, tiendo a preocuparme, porque en lo profundo de mi ser no quisiera que nada y nadie cambiara. Pero todo cambia.. Todo?. No..No…gracias a Dios que no todo cambia. Hay alguien quien jamás cambia.
Dios no cambia, el es el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Oh, Que seguridad me da eso. Saber que Dios no cambia.
Cuando las cosas cambian, los corazones se estremecen. Cada vez que me informan que cambiaran al jefe, me pregunto que si ese cambio me afectará. Cuando cambian los profesores o los gobernantes, el pueblo y los estudiantes se preguntan y ahora qué.
Pero Dios no cambia. Primero él es el único y no hay otro, de manera que nunca recibiré una noticia que Dios fue cambiado por otro y en segundo lugar además de que él es el único….nunca recibiré la noticia que él ha cambiado de parecer. Porque él nunca cambia y por ello él dice..porque nunca cambio, por eso no habéis sido consumidos.
Que gran lección aprendo del Padre celestial. La lección de inmutabilidad, lo que me transmite confiabilidad. Mientras el mundo a mi alrededor cambia y yo mismo cambio, levanto mi cara al cielo y marcho firme diciendo, pero yo sé que mi Dios no cambia.

“Señor, gracias por que en este día me recuerdas que tu no cambias. Cuán pronto soy para olvidar esta verdad. Ayer cosas nuevas y hoy ya son viejas y el mundo me ofrece nuevas ideas y nuevos movimientos, pero mi corazón reposa confiado, porque tú eres el mismo ayer, hoy y por los siglos.


Los historiadores nos dicen que aun la iglesia cambia de siglo en siglo y los conceptos morales cambian, pero tu palabra me dice que tu jamás cambias. Tu amor sigue brillando para nosotros al igual que al principio y se que brillará con la misma intensidad mañana. Hoy te agradezco padre, porque aun el cielo y la tierra pasaran pero tú no cambiaras.
Agradecidos estoy por tu inmutabilidad.
Amen.
Dr. Serafín Contreras Galeano

www.SerafinContreras.com

miércoles, 10 de febrero de 2010

DEBEMOS DEJARLE A NUESTROS DESCENDIENTES UN LEGADO DE BENDICION.

Una de las más grandes manifestaciones de fe se da en el seno de las familias cristianas. Estamos seguros que bendecir al esposo, a los hijos, a la esposa, a la familia entera, es algo que Dios lo toma muy en cuenta. ¿Sabes por qué? Porque Dios quiere en Cristo "Bendecir a todas las familias de la tierra".

La palabra BENDICION, tiene en nuestro medio una amplia connotación religiosa. Muchas veces la repetimos constantemente a los hermanos solo como una expresión de una costumbre religiosa. Pero el propósito de Dios  es bendecir en Cristo a todas las familias de la tierra.
Podemos mencionar que la bendición  comienza con contacto físico entre el que bendice y el que es bendecido.  Y en su esencia más pura bendecir y ser bendecido significa aceptar y ser aceptado. Y esta es la gran necesidad de todo ser humano desde que está en el vientre de la madre. Todos queremos que nos acepten: los padres, los familiares, los maestros, los compañeros, los patrones, los amigos, en fin queremos que nos acepte todo el mundo, por lo tanto queremos ser bendecidos.

Por eso es necesario que todos los seres humanos aprendamos a bendecir. Porque al hacerlo pronunciamos palabras que de alguna manera sueltan el favor y la gracia de Dios sobre aquellos a quienes bendecimos. El padre debe bendecir a sus hijos, y lo mismo la madre. El esposo debe bendecir cada día a su esposa, y esta debe hacer lo mismo con él. Los hijos deben aprender a bendecir a sus padres. La bendición que se da y la bendición que se recibe son elementos esenciales para triunfar en la vida.

Asi como el contacto físico de los padres con los hijos es fundamental. El machismo de muchos de los hombres (principalmente en el mundo secular), les impide abrazar a sus hijos, no dejan que los varoncitos lloren cuando tienen necesidad de hacerlo; y muchos crían a sus hijos en estricta disciplina militar, como si ellos fueran generales y los muchachos fueran soldados rasos. Pero esto no debe ser así, los hijos también se alimentan del afecto físico expresado en abrazos, juegos, besos y caricias. Esto también es bendición.

La autoestima positiva, de la que ya hemos hablado bastante, viene sobre nuestros hijos cuando nosotros los padres le damos el estímulo, el reconocimiento y el valor que merecen por el simple hecho de ser nuestros hijos.   Una familia bendita es una familia que sabe bendecir. Se bendice ella misma y asimismo bendice a los de afuera. Los padres que bendicen no se limitan a expresar deseos, sueños y planes para un futuro lejano, sino que trabajan al lado de sus hijos instruyéndolos, disciplinándolos y creando en ellos el carácter y el destino final que se declaró en la bendición.

Dios cree en la bendición que pronuncia un padre. El también es Padre. Como Padre, un día bendijo a su Hijo con estas palabras: " Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia, a El oíd". 2a. Pedro 1:17

Pero es importante pronunciar las palabras. Estas se originan en el corazón y toman forma en el cerebro. Las trasmitimos a nuestros hijos, quienes al recibirlas las convertirán en actos, en hechos. Cuando esos hechos se repiten a lo largo de la vida, se convierten en hábitos. Los hábitos en conjunto producen el carácter de la persona. Y un carácter bien encaminado, semejante al carácter mismo de Jesús, produce el destino de una vida bendita.
Por eso bendecir es decir lo bueno de alguien.  Tenemos que comenzar a ver lo bueno que hay en cada persona y pronunciarlo. Si así lo hicieremos  te imaginas lo que pasaría en el mundo, en las naciones, en las ciudades, en las iglesias, en las escuelas, en los gobiernos, en las corporaciones y empresas, si comenzaramos por decir lo bueno de la gente, a bendecirlas. Asi como nos tomaramos un momento y decidiéramos empezar desde nuestras familias, bendiciendo a los padres, madres, hijos (a), abuelos (a), suegros (a), hermanos (a), nietos (a), etc. y nos bendijeramos unos a otros. Por eso Dios nos dice:

" Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas". Deuteronomio 6: 6-9.

Para conclusión Dios nos manda a obedecer su palabra en Romanos 12: 14  " Bendecid y no maldigáis".

EL PERDON

EL PERDON.  Dios nos manda a través de su palabra en el Padrenuestro Lucas 11:4 "Pérdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores". ¿Sabes lo que uno está diciendo cuando oramos el Padrenuestro? Le estamos diciendo : Trátame como yo trato a los demás. Si perdono, perdóname. Si no perdonamos tampoco Dios nos perdonará a nosotros.  Existen  muchas personas tan ofendidas que se resisten a perdonar a quien les ofendió, y no se liberan de esa atadura. Por eso para poder ser libres de ataduras, enfermedades,  maldiciones o herencias, hay que perdonar a los que nos ofenden.
Ahora bien, si Dios te perdonó y te liberó; si perdonaste y liberaste de culpa a quien te ofendió, de ahora en adelante tu relación con esa persona tiene que ser totamente nueva, fresca, llena de amor de Dios y debe reflejar que en verdad ambos se aman en Cristo. Y asi Dios nos muestra en su palabra " En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". San Juan 13:35

martes, 2 de febrero de 2010

lunes, 1 de febrero de 2010

"NO ESTAS SOLO (A)"


Medita en esto:


"...y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Amén" Mateo 28:20

Amado corazón:

Tú no estás solo, jamás lo has estado y nunca lo estarás. Dios está contigo en cada segundo de tu vida, más cerca que tus propios pensamientos. Sólo es tu idea la que te hace creer que Dios te puede abandonar, pero esto es imposible.

Te voy a explicar: Dios está en el aire que estás respirando y te da la vida. Si te pones, la mano en el corazón, verás que ese latido de vida es Dios en tu corazón. El sol que nos viene alumbrar cada mañana es una bendición de Dios para ti, para que vivas y seas feliz.

¡Tú no tienes porqué estar triste nunca! El estado natural del hombre es la alegría, lo que pasa es que vivimos quejándonos por todo lo malo, en vez de dar gracias por todo lo que tenemos y esto nos pone tristes.

Comienza ya a dar gracias por el aire que respiras, cada objeto de vestir o de adorno que llevas en el cuerpo, por la cama que tienes, por cada pedacito de comida que te llevas a la boca, por cada canción que te sabes. Cada vez que pienses en quejarte, busca algo por lo cual dar gracias a Dios. Acostúmbrate a decir por todo "Gracias Padre". Tú vas a ver como tu mundo va a cambiar.

Comienza a sonreírle a todo, y no importa lo que te diga la gente, es mejor sonreír que estar mal encarado. Sonríele al guardia, al médico, al abogado, al barrendero, al ascensorista, al cajero, a los que cocinan, al chofer, a la enfermera. Sonríele al mundo y verás que el mundo te sonreirá también. El rencor y el odio son la madre de la infelicidad.

Comienza a perdonar ya a todo el mundo, no importa lo que te hayan hecho o dicho, eso es problema del que condena; el tuyo es el de perdonarlos. Diles: Te doy mi amor y mi perdón.

Si hablan mal de ti, te critican o te condenan, eso no importa, de los más grandes seres se han dicho las peores cosas. Piensa: Si eso lo dicen, ¿dónde está lo que hacen? Yo soy un ser que hago y sólo me entiendo con los que hacen y no con los que dicen. Decir, cualquiera dice: para hacer hay que saber y yo soy un ser de acción.

Si has perdido algo o te han robado, eso tampoco importa. Acuérdate que lo verdaderamente valioso y eterno en ti nadie te lo puede quitar, es tu Ser y tu derecho soberano de sentir y pensar. "Lo maravilloso de cuando se pierde es que siempre nos queda Dios".

Acostúmbrate a bendecir en vez de maldecir o decir malas palabras y verás que las cosas se transforman. Di constantemente a todas las cosas y a todas las personas, no importa lo que sean, hagan o digan, "Dios te Bendice".

Cada vez que no sepas qué hacer y estés desesperado y no te acuerdes de nada, repite simplemente el nombre de Dios tantas veces como te sea necesario y verás milagros.

Personalmente cuando estoy en una situacion dificil yo repito el salmo 23 y todo se calma. Te invito a practiques estos consejos pues no vas a perder, Quizas digas "Yo no voy a dar mi brazo a torcer pq tengo la razon", pues te digo que el que cede nunca pierde sino que gana, gana paz y una defensa que jamas pierde la defensa del Jesus pq EL se hara cargo de tu situacion y todo obrara para tu bien aunque creas que no, El sabe lo que te conviene. Dios te bendiga. Eres especial, eres unica, eres una Princesa de Dios.

(Rosangely González).